Caminar en puntillas, normal o problema

“En la mayoria de los casos el caminar en puntillas es consecuencia a un problema sensorial” – Dra. Anabelle Vega, Neonatóloga y pediatra especializada en neurodesarrollo.

No hay necesidad de medias o calzado cuando se es bebé

Como madre me preocupo cuando noto algo diferente a lo normal y como periodista al servicio de comunicar está de mí conseguir profesionales que nos eduquen y nos brinden información necesaria e importante sobre el desarrollo de nuestros pequeños.

Por esta razón llamé a la Dra. Anabelle Vega, para que nos hablara sobre caminar en puntillas. Muchas veces vemos caminar a niños y hasta adultos en puntillas, pero ¿es normal? Ella nos aclara hasta cuando es normal, y que se debe hacer para evitar que esta forma de caminar se convierta en un mal hábito, que se puede complicar en el futuro. Al igual nos indica posibles causas del porqué el niño puede estar caminando en puntillas después de los dos años de edad.

Aquí un resumen de nuestra entrevista que puedes escuchar y ver completa a través de mi cuenta de Instagram Somos Niños Podcast

Debemos entender que cuando el bebé comienza a caminar regularmente alrededor de los 12 a 15 meses, a veces un poco antes, el niño no tiene estabilidad y tiende a caminar en puntillas, totalmente normal, pero desde este momento se debe comenzar a decirle al niño que camine con todo el piecito y baje los talones.

Es importante que el niño no tome esta postura como hábito, no solo por un aspecto estético, sino que al ser los pies la base de nuestro cuerpo éste se desarrolla malformadamente. La columna no está alineada, afectando desde el equilibrio de la persona hasta el sistema ocular.

Causas del por qué el niño puede estar caminando en puntillas

La causa más común es la hipersensibilidad. La cultura latina tiende a arropar mucho al bebé y colocarle medias desde que nacen, evitando que éste pueda sentir otras texturas, otras temperaturas. Cuando este niño comienza a colocar sus piecitos en el suelo para caminar inmediatamente siente algo extraño y recoge sus piecitos evitando tocar el piso.

Para evitar que esto ocurra se recomienda que se deje al niño sin medias ni manoplas desde que nacen para que pueda experimentar su alrededor. Muchos piensan que el bebé se puede enfermar, y por esa razón lo arropan más de lo necesario, así que tengamos en cuenta esto cuando arropemos a nuestros hijos.

Existen otras causas y la segunda más común es por herencia, en especial en los varones. Así que revisa si alguien más en la familia camina así y coméntaselo a tu pediatra

Hipertonía, si el tono muscular está tenso puede ser otra razón del por qué el niño no puede bajar el talón. Esto se evalúa con el pediatra alrededor de los 2 años. Y se puede tratar con terapia física y terapia sensorial y si no funciona ya un ortopedista lo puede solucionar con inyecciones para relajar el músculo o intervenciones ya como caso extremo.

Otras de las causas de caminar en puntilla son más alarmantes, pero es importante que tengan claro que éstas no vienen aisladas de otros síntomas. Como son: La parálisis cerebral y la distrofia muscular que son diagnósticos que vienen acompañados a otras manifestaciones clínicas que son muy obvias para el padre y para el doctor.

Por último, el autismo, caminar en puntillas no quiere decir que el niño sea autista, solo que es un síntoma que tiene el trastorno autista por la hipersensibilidad.

Para poder diagnosticar a nuestros hijos la palabra del doctor es fundamental, es por eso, que cada cita con el pediatra es muy importante. Y como sabemos, el doctor no puede tomarse el tiempo que se necesita para conocer todo lo que nuestros hijos están haciendo, sintiendo, dejando de hacer etc. Nosotros si estamos con ellos más tiempo y podemos observarlos en detalle. Así que empodérate de la consulta y comenta lo que ves extraño, vete preparado y pregunta todo lo que te inquieta, sal con una respuesta que te tranquilice o que te ayude a tomar nuevos pasos para ayudar a tu hijo.

Esta información fue recogida luego de entrevisar a la Dra. Anabelle Vega, Neonatóloga y pediatra especializada en neurodesarrollo.